Cercedilla

Desde siempre me ha gustado el pueblo de Cercedilla.  Con cinco años estuve veraneando en el camino antiguo del Escorial. Volví cuando tenía 17 años cuando hacíamos muchas salidas con el grupo Scout.

Salida de la estación del Norte hacia Cercedilla

Desde hace 5 años iba con mi mujer y alguna vez nos quedábamos a dormir.

Un buen día,  subiendo hacia las Dehesas de la Fuenfría nos metimos por un camino de tierra y llegamos a un precioso   hotel, “Las Rozuelas”, situado entre los árboles. Nos atendió perfectamente Jose Luis.

Habíamos leído que había sido rehabilitado y convertido en hotel rural.

Hablando con Jose Luis nos dijo que su construcción databa de primeros de los 40.

Reflexionando, y posiblemente equivocándome dado que: “La construcción tradicional en la sierra de Guadarrama ha sido con piedra. No sabía cuándo se había hecho la reforma, me dije a mi misma y Las Rozuelas parecía más una casa alemana o austriaca de montaña”.

Hablando con Jose Luis me comentó que el anterior dueño era un tal Ebhard Messersmchmidt. Un alemán que llegó a principios de los años 40 como Asistente del agregado naval de la embajada alemana en Madrid.

El agregado naval jefe de antena era Gustav Leissner, que aparecerá en el episodio del submarino en Galicia.

Siguiendo con la conversación, apareció un nombre que me llamó la atención: ¿Wilhem? Canaris.

Creí haber dado con un filón.

Nadie nos había contado que los nazis SI habían estado en España.

Según avanzaba mi investigación pasaba de la ilusión a la desilusión.

No era el famoso jefe de la Abwehr, el servicio de espionaje de Hitler.

La persona que vivió en Cercedilla en la Carretera de las Dehesas 5 se llamaba Joachim Canaris. Era hijo del hermano de Wilhem Canaris, hijo de su hermano mayor Carl August Canaris, y por lo tanto su sobrino.

Ebhard Messerschmidt , también se interesó por otro alemán reclamado por el C.C.A., Joachim Canaris, recluido en Caldas de Malavella desde junio de 1945. La mediación de Franco se realizó a instancias de Eberhard Messerschmidt, también reclamado por los aliados. En una carta al general Franco, Messerschmidt solicitó que se permitiera a Canaris abandonar Caldas de Malavella e instalarse en la localidad madrileña de Cercedilla, por razones de salud. El 24 de octubre de 1945 el secretario personal de Franco, su primo el general Franco Salgado-Araujo, escribió al ministro de exteriores Martín Artajo: “De orden de S. E. el jefe del Estado me complazco en remitirle una carta que le dirige el Sr. Eberhard Messerschmidt, por si fuera factible tener en cuenta la petición que en la misma se hace.” Canaris pudo abandonar temporalmente su confinamiento, aunque meses más tarde, en abril de 1946, fue detenido por agentes de la D.G.S. e ingresado en la prisión de Yeserías. Desde su celda escribió una carta a las autoridades españolas. En la misiva, escrita en tono muy correcto, solicitaba no ser tratado “como un delincuente común”, dando su palabra de estar “incondicionalmente a disposición de las autoridades españolas” si éstas acceden a liberarlo, a la espera de abandonar el país. La carta es reveladora también de por qué una persona con sus avales no pudo evitar ser entregado a los aliados: “Muchas han sido las oportunidades que se me han presentado de esconderme, que no he pensado en aprovechar, con la intención de no provocar problemas a un país amigo.” Canaris no figuró en la lista de “Los Ciento Cuatro” entregada en 1947, lo que hace suponer que para entonces ya había regresado a la Alemania occidental ocupada, al igual que su superior directo y antiguo responsable del Abwehr en España, coronel Wilhelm Leissner

El almirante Canaris buen conocedor de España y hablando un perfecto español, solía visitar cuando pasaba por Madrid. lo cual hacía con frecuencia.

La tumba de Joachim Canaris está en el Cementerio civil de Madr

De lo que nadie habla

«El que habla no sabe, el que sabe no habla».

Lao-Tse. Tao te King

Esta es una historia local, de pueblo, contada muchos años después de que ocurriera, pero por una persona que estaba directamente implicada. Me la contaron junto a Delia, una gran guía de la que mucho he aprendido y, he de decir en honor a la verdad, que se la contaron a ella, yo simplemente tuve la suerte de estar a su lado para escucharla.

La historia es en un lugar de Cercedilla que, no es donde los que saben imaginarán. Nos la contó su hija y, vino a decir, palabra más, palabra menos, lo siguiente:

Su padre trabajaba de guardés en una gran casa para un señor alemán.

Esta casa también tenía, como la del capítulo anterior, ciertas reminiscencias tirolesas.

Este señor, contrató a una baby-sitter inglesa para que enseñara a sus hijos a hablar su idioma.

Hete aquí, que la niñera descubrió que el hombre para el que trabajaba había sido un alto oficial que trabajó para el partido nazi.

La niñera se escapó en cuanto pudo para ir a denunciar a este hombre frente a las autoridades internacionales.

El exoficial, a su vez, descubrió que le habían descubierto.

El hombre, ese mismo día vendió su casa al guardés por un precio mucho más bajo de su valor real, consiguiendo dinero en efectivo para emprender la huida con toda su familia antes de que le detuvieran.

Cuando la niñera inglesa vuelve con las autoridades el oficial alemán y su familia ya no están y la casa ha cambiado de dueño, el guardés ha pasado de ser el conserje al propietario de la finca.

Hoy en día esa es la casa que disfruta la familia de aquel guardés que de un día para otro se convirtió en propietario de una extraordinaria finca.

Fotos NSV

Fotos Campamento

Fotos pueblo

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